Cristina Blas
Si en los países ricos la crisis económica está teniendo efectos devastadores sobre la población, incrementando sustancialmente las personas que pasan necesidad o viven por debajo del umbral de la pobreza, en el mundo en desarrollo la situación es todavía más grave.
Los Objetivos del Milenio
de la ONU pasan a un segundo plano
ante las dificultades
Según un informe del Banco Mundial, la recesión internacional arrastrará a 53 millones de personas más a la pobreza en las zonas más olvidadas del planeta.
Y los Objetivos del Milenio, que establecen cifras concretas de reducción de la necesidad en el mundo para 2015, han pasado a un segundo plano ante las nuevas dificultades económicas en el primer mundo. Las estimaciones para 2009 no son muy halagüeñas.
El menor crecimiento económico llevará a 46 millones de personas más de las esperadas a engrosar la cifra de personas que viven con menos de 1,25 dólares a día.
53 millones de personas más
tendrán que sobrevivir
con menos de 2 dólares al día
Además de los 130-155 millones de personas que se hundieron en la pobreza en 2008 por el aumento del precio de los alimentos y los combustibles, con lo que se supera con creces la cifra de 1.000 millones de pobres en el mundo.
“La crisis económica global amenaza con convertirse en una crisis humana en muchos países en desarrollo a menos que puedan tomar medidas para proteger a los más vulnerables”, señala el presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick.
“Mientras el mundo está volcado en los rescates bancarios y los planes de estímulo, no debemos olvidar que los pobres en los países en desarrollo están mucho más expuestos si sus economías quiebran. Es una crisis global que requiere una solución global y hay que poner sobre la mesa las necesidades de los más pobres en los países en desarrollo”.
Casi el 40% de los 107 países catalogados como en desarrollo están muy expuestos a los efectos de esta crisis y el resto, moderadamente, con menos del 10% afrontado un riesgo mínimo, según el documento del Banco Mundial.
Además, el 75% de estos países no puede recaudar fondos interna o externamente para financiar programas que les ayuden a restringir los efectos de la crisis. El 25% incluso carece de la capacidad institucional para expandir el gasto y proteger a los más expuestos. Por eso, el Banco Mundial reclama apoyo financiero en forma de donaciones o de créditos a tipo cero para estos países.Estas nuevas previsiones del organismo multilateral vuelven a poner de manifiesto las graves amenazas que pesan sobre el cumplimiento de los Objetivos del Milenio de la ONU.
“Los bajos índices de crecimiento económico retrasarán significativamente los progresos en la reducción de la mortalidad infantil”, advierte el informe. Las anteriores previsiones para 2009-2015 preveían que entre 200.000 y 400.000 más niños al año podrían morir si la crisis persiste, hasta entre 1,4 y 2,8 millones. Las cifras hablan por sí solas:
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